Dolores Etchecopar


POEMAS DE DOLORES ETCHECOPAR
Nota Biobibliográfica y Selección de Textos
Mónica Daniela Larribau


Nació en Buenos Aires en 1956. Poeta y pintora. Hija de padre diplomático, durante su infancia y adolescencia viajó por el mundo. Actualmente vive en Buenos Aires. Participó en la dirección de un grupo de acción poética llamado el pez que habla, que se propuso investir poéticamente al espacio que rodea y atraviesa la voz de los poetas durante la lectura de éstos o de sus textos. Actualmente comparte con la poeta María Mascheroni un espacio de investigación de la voz y la palabra poética llamado Santo Cielo. Sus poemas integran varias antologías. En 1989 fue premiada por la SADE. Es colaboradora del diario La Nación, de La Gaceta de Tucumán y de otros diarios y revistas literarias del país y extranjeras.



LIBROS PUBLICADOS


POESÍA


Su voz en la mía, Ediciones Corregidor, Buenos Aires 1982
La Tañedora, Ediciones El Imaginero, Buenos Aires 1984
El Atavío, Ediciones El Imaginero, Buenos Aires 1986
Notas Salvajes, Ediciones Argonauta, Buenos Aires 1989
Canción del Precipicio, Ediciones Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires1994




POEMAS ESCOGIDOS



1. PRIMERA Y ÚLTIMA ESCENA


la casa natal no desapareció
sólo el cuerpo del niño fue cerrado
y puesto en un grito de la basura y los árboles
entonces tuvo miedo porque lo que lloraba
no era él
sino otro niño que se había quedado para siempre
en el porvenir


2. NO SÉ LAS PALABRAS

Yo no sé decir las palabras
No sé decir el mar la olla el sueño
No sé la palabra narcótica
que los días iguales susurran
No sé las palabras que hablan solas y de prisa
No sé decir la luna
ni su rodilla lastimada sobre el cerro
No sé decir hoy es un día
una calle
un gemido
una época remota del deseo
En este lugar oscuro y sin noticias
llevo mi piedra de lágrimas
unas palabras que nada dicen
y muy lentamente


3. QUIERO ENCRESPAR LAS LISURAS DEL SILENCIO

Quiero encrespar las lisuras del silencio
y andar y andar
sobre la sombra verde de tu corazón.
La luz sigue murmurando su clarísima limosna
y nuestras manos pesan menos que los látigos blancos del mar.
Quiero bajar al sótano de las violetas
y al sótano de los lirios.

¿Pero qué haremos con el sollozo que palpa nácares inconclusos
y pide más aire?

¿Qué haremos, dime,
cuando nuestras manos quieran abrirse
como galopes, como risas,
en las sedas aterradas?


4. PERFORACIÓN DE LA EXTRAÑA VOZ


Pronto ejecutarán al caballo
amable boca
pronto caerá lo que camina
sobre los tambores de mi lengua
amable amable despeñada aurora
amable fuego
amable tú amable él
amable útero conocimiento estertor estrella
amable violencia flores marina
amable ciudad verdor exterminio
la luna brota de las piedras estoy sentada
amables teorías cacareos valles
(alguien llora en la sala de música)
amable amable ferocidad
amables ustedes olvidados en un parque
donde la luz habla y habla con la muerte.


5. A CADA PALABRA QUE ESCRIBES LA CONSUME EL FUEGO

A cada palabra que escribes la consume el fuego.
Cada página que dejas en blanco
le agrega una hélice delicada a la tristeza
y se queda dando vueltas…

Si cruzamos la lluvia
la noche hace vasos con nuestros corazones
para que bebamos lentamente uno del otro
melancólicas historias de pájaros
heridos en el aire
y que aún descienden hacia nosotros.

Las parteras acunan viejos soles
en el oído de las embarazadas;
sus manos inmóviles graban el tiempo
y disponen el área sombría de las casas.

Por largos corredores el silencio encadena estatuas.
Cada resplandor de tu cuerpo que entregas
te hace reír y te hace llorar de perfil
en la luz incurable de los espejos.

Ven a recostarte sobre mi llanto
y que tus párpados cerrados
ejecuten sus órdenes siderales.

No podemos amarnos,
nuestros días ya se cruzaron
y en el silencio que desbrozábamos para unirnos
borramos nuestros propios corazones.


6. NOTAS SALVAJES

Si tu lengua apoya las cacerías del silencio
sobre mi lengua
hablaré
montaña oscura
madre clavada en la nieve
madre clavada en el ángelus de la caverna
en la vidriera en la rueca de los cuentos
en la tonada de mi tonada puesta al revés
que no puedo sacarme sin muerte
palabras lentas de mi cuerpo en otra parte
palabras fuertes mis enemigas
raspan la noche el sol que me embarazó
sumergida campana que cruza
los caminos y los huesos
me pusieron por nombre una raya roja
en la ingle
alegría
antes que el otoño fusile a las mariposas
estaremos en el fondo de las pudriciones
caballo blanco
tubérculo que brilla en el regazo
y arroja el oro de los muertos
sobre el recién nacido
el sol su cadera móvil y simple
pasará frente al lenguaje
y hablaré
alguien corta los hilos del bosque
y deja los ojos de mi madre
en el suelo oscuro
puestera del silencio
yo vi una luciérnaga
y las llaves que sólo cierran
el alba y los ojos
adiós dije adiós a las palabras
voy a dormir sobre el sexo de un color
el agua que yo tuve en la infancia
está dentro de tu boca
la lentitud abre sus muslos de colores
y me separo de la muerte
con algo que la luna mece en mi cadera


7. MUCHACHA QUE SALTAS A LA SOGA

sobre la vereda
o la caída de las hojas
o el miedo
feroces mandíbulas te educan
puestera del silencio
la camisa planchada y doblada
los ojos de mi madre en el suelo oscuro
adiós dije adiós a las palabras
la basura decora mi piel
como un relámpago


8. EL IDIOTA

Frente a la cabaña del idiota
pasan las vías del tren
a él le gusta que los animales
sólo tengan ojos para llegar
y le aterran las bocas
porque las bocas se comen a los ojos
cuando hablan
el idiota enciende la radio
y la deja sonar a todo volumen
mientras pasa el tren
él sólo sabe de la muerte
que un día ella podrá esconderle esos sonidos
tan hondamente en el rugido de los trenes
en las bocas que se comen a los ojos
cuando hablan

9. EL POZO

mi hijo no hace pie en el alba
tampoco hace pie en esa ciudad donde estuvimos
ni el tren que iba a Berlín
ni los muertos que suben y bajan
la ropa de los vivos
nada hace pie ni la pobreza ni la risa
ni los ruidos feroces ni las luciérnagas
bajo el gran país que suelta la noche
digo unas palabras aparto a la extraña mujer
que se prepara en mi sollozo digo unas palabras
antes de que ella me enmudezca con sus fábulas
y su desmemoria
mi hijo no hace pie en el alma
el tren que iba a Berlín
los vivos que suben y bajan
la ropa de los muertos
nada hace pie
en el llamado
nada hace pie
en el silencio ese niño
nunca sabrá
por qué afuera de la luna
golpean a un viejo caballo.


10. CANCIÓN DEL PRECIPICIO

La mujer sigue agitando su vestido huérfano
en la milenaria colina
ya se dormirá con los pastos
y las hondas hormigas joyeras de la muerte
dijeron
nadie supo por qué quiso esa noche tan fría
cantar en el coro de los perros
nadie sabe por qué esa noche sin consuelo
ella estaba sentada
abierta en la parte inesperada de su alma.

11. LA ORILLA

ninguna palabra se acerca
pero mi caballo galopa en la sombra
deben estar allí los rostros las manos
debe estar allí la voz que levanta el agua la mañana
debe estar allí el que canta adentro de las palabras
no voy a pedir auxilio mi caballo galopa en la sombra
es difícil saludar a los niños
cuando falta un sonido
el ladrón huyó con el Comienzo
y bellas mujeres se beben el agua de la verdad
tras ellas el rumor del pasto es un destino
ninguna palabra se acerca
bambúes miedo vidrios
mi caballo galopa en la sombra
entra y sale de la gran muralla
aquí falta un sonido
pero hay una luz de viajes antiguos
en el pelo de los toros
los hombres de este siglo ya se fueron
grandes pantanos murmuran sus nombres
hay un tambor oscuro en la orilla lenta bailarina
de mi otro cuerpo tu pálido vestido sin rumbo
tu hijo alzado sobre las fosas y las fronteras.

falta un sonido
falta ese sonido
y todo será arrojado al mar
hasta que el mar se seque y amanezca.


12. REDENCIÓN

una mesa
el ruido de un tren al irse una ciudad
una mano
no sabe cómo se entra
pero abre tus lágrimas
y vuelve con tu rostro a la tierra


13. LA MAÑANA

esa mañana qué es una mañana
por qué hubo una mañana dónde
hubo una mañana
nunca nadie pudo decir
qué había que hacer con una mañana
y se olvidaron y corrieron a través de los ruidos
hasta desaparecer
yo quería que me hablaran
porque lo único que había era una mañana


14. EL ALUMNO

a pocos pasos del pupitre
mares sin fondo
miradas impías
del desamor
mares sin fondo
antes de empezar puso la Muerte un Alba
puso el Alba un Reino
el alumno se sentaba con los ojos perdidos
en el aula de lejanas tierras
lejanos convictos
tachados del Paraíso
del cuaderno que sube y baja
por el Reino sin consuelo
por el muro del mundo
el alumno escribe hunde un alma
en castellano en ruso
en su lengua atacada
aguardiente avemaría
aliento de corceles desterrados de sí
ovejas-niñas
cuidad! cuidad!
Aquí afuera de Aquí
la tierra perdida


15. MOMIA INFANTIL HALLADA EN EL VOLCÁN LLULLAILLACO

habla en la luz habla en el fondo
sepulcro de tambores y nieve
algo que iba perdiéndoseme cantaba
palabras colgantes en la enorme claridad

sólo tu clemencia me condujo
a esa montaña de nombres enterrados

encuéntrame
bordada en la voz
que me hace orificio del cielo

suelto el puñal del aullido del mundo
sobre la nieve sólo la nieve
agita el velo divino
de la montaña blanca

ofréceme al Aire infinito
tararea conmigo tararea mi rostro
la hilacha de otra orilla despierta
el ojo de un cóndor

un hombre estalla en mi lengua
se desprende la soledad de mí
salgo por el túnel de mis alas

sangran
asidos a la piedad
mis cabellos

te doy las flores que estaban huyendo
y cantaban el abismo
en el soplo de los niños-jaguares

cávame
lentamente es más profundo
el pozo de la infancia
en tus manos

apártame el frío que aleja de mi rostro
la música del cielo
déjame escuchar otra vez
tu nombre
en la fina pared del alba.