QUIZÁS PENSABA …el soliloquio obsesivo, el aforismo. En otro plano, la avanzada del agua: contra el azul del cielo, la leve nube gris que asoma en el cuadro y pasa. Los ojos que la miran habrán también envejecido como los de todas las chicas de la isla, más tenues que el aroma del aire, figura y móvil luz en el dialecto que nos resulta extraño pero dice: para mí el soplo del Céfiro , todavía
Edgar Borges piensa en la narrativa como una vía para desmontar la realidad. En su obra las crisis de los personajes tienen que ver con el control de la realidad. Las narraciones que otros nos cuentan y la que deseamos vivir; la realidad para la que nos educan. Esos son algunos de los motivos que sacuden la necesidad de escribir de nuestro autor invitado. Durante diez años de residencia en España, Edgar Borges ha escrito novelas como La contemplación; El hombre no mediático que leía a Peter Handke y La ciclista de las soluciones im…
Habitación * Un despliegue de cartas españolas sobre la superficie tambaleante de la colcha que cubre el cuerpo de mi madre movedizo increíblemente movedizo dentro de su enfermedad ese vasto sitio donde todo confluye: nuestras conversaciones el miedo las manos de los médicos las de mi madre que dicen ay. Montones de cartas resguardan ese cuerpo ahora y quieren abrigarlo mamá las ha echado alzando su brazo con brusquedad –revoltijo en el aire cara y ceca sin pronunciación– para dar un salto hacia el futuro ese otro lu…
Miss Once [Fragmentos] * DE CASA AL TRABAJO: Liviano viento que acarrea las eses silabeadas ssssssss del ande que la escritora provinciana descubre deslumbrada -ella que la aspira hasta volcarla en jota se deja arrullar en esos sonidos precisos, demorados en el liviano viento que demuestra que Once es silencioso. Algunas de sus calles barruntan el secreto, los autos amortiguan su sonido y se escucha el trajín del carro o las zorras saltimbanquis de veredas, ruedas que se traban en baldosas. En esas jornadas sin bocinas y frena…
La guerra en la flor del aire “Salí del nido con el embrión vegetal sobre la frente”, y te chocaste, mamá, con la clemencia de la especulación y no quisiste pudiste la guerrilla del status quo . Y ahí vino el trino de torcaza y su filosofía de ceguera, la tanada de la estirpe sastre y la superación social, el relincho de un alazán indomable que lavabas con sarnol en la laguna, un compañero, un hijo, la poesía. Lucio L. Madariaga Prólogo [Fragmento]
Fotografía de Laura Muñoz © 2014 Analecta Literaria El compás 1 Un día, después de muchas mañanas de asomarme en el balcón de mi piso, vi la nada. Cerré los ojos y dentro de mí estaba el tráfico. Los coches; los autobuses, los camiones cargados de piedras; el zigzag de los trabajadores de a pie y la carrera de los niños rumbo al colegio. Era una realidad ruidosa escenificada en silencio. Abrí los ojos y volví a ver la nada. De pronto mi barrio de todos los días era un vacío. ¿Ceguera? ¿Sordera? ¿Desaparición del mun…
Síguenos en las Redes Sociales