Jesús Aparicio González


Poemas Éditos e Inéditos




POEMAS ÉDITOS

EN EL CENTRO DEL AGUA

En el centro del agua
está el germen del fuego,
la palabra que bebe
en lo oscuro su sueño.

En el vientre del mar
el silencio se mueve
y en su fondo va abriendo
la palabra que crece.

La palabra madura
bajo tierra en la noche
mientras su luz espera
al gallo que la nombre.

Ya se eleva su forma
cual ciprés entre nieblas,
llama al cielo esa lanza,
toca un punto una estrella.

Allí encuentra sentido
y alguien se hace su dueño,
clara y breve la vive
sin dejar de ser sueño.

(Del libro “Con distinta agua”)


NO CABE LA ESPERANZA EN UN SEPULCRO

No cabe la esperanza en un sepulcro:
la piedra cede, estalla con los sueños
en pascua de relámpago y silencio.
El sepulcro es la casa de la nada,
no habita en su vacío tu futuro.
Y saliste al jardín con tu otra piel,
la que no es envoltura, barro, abrigo,
ese blancor desnudo de la Luz
que no extraña al Amor ni a la Vida
pues es tan sólo Amor, tan sólo Vida,
piel de estrella y mar resucitada.

(Del libro “Con distinta agua”)



PAÑUELO Y PALABRA

Pañuelo y palabra
dan vuelo a una paloma.
Adán fue soplo sobre inerte barro
y yo me vuelvo al barro en breve soplo.
La vida al fin se explica
desde la magia.

(Del libro “El sueño del león”)


SOBRE EL PAPEL

Sobre el papel dispongo mi campo de batalla
mis divisiones y el cuartel del enemigo,
mi iglesia, mi taller y el tablao de la fiesta.
Sobre el papel construyo mis barcos, mis jardines,
hago el amor y guardo mi pureza,
doy custodia y altar a mi secreto.
Sobre el papel soy junco flexible a todo viento,
león dorando garras
entre amapolas,
diamante oculto, polvo de oscura biblioteca.
Con un papel voy a mis soledades
y de mis soledades vengo con un papel.
Trozo de mar nevado en el que dejo
fugaces huellas.
En el papel, la vida.
De todas sus mentiras queda una,
la única que cuenta de verdad:
el punto que inaugura el silencio.

(Del libro “Las cuartillas de un náufrago”)


NO ESTABA DIOS

No estaba Dios.
Lo supe al advertir
que mis muertos, huidos, ya no me contestaban.
Tras la puerta que suponía el cielo
las estrellas faltaban y el silencio
no dejaba crecer las algas verdes.
No estaba Dios.
    Por los rincones de mi cuarto
busqué y sólo encontré polvo donde ayer fui feliz.
En mi interior, voraz,
la serpiente engordaba con mi desasosiego
faltándome manzanas y palabras.

En el espejo, sólo mis cenizas.
No estaba Dios.

(Del libro “La papelera de Pessoa”)


EL PRIMER SOL

El primer sol te sienta en sus rodillas,
te ofrece su leche recién cantada
y hace andar a tus ojos.

Contemplas como mudan los verdes de los olmos
y estás alerta, alerta
al dictado del pájaro, ese pájaro
que te descubre niño en cada amanecer
y escribe tu destino.

Asciende
la savia
aún blanca
por tus sueños.

Creces como el maíz
mientras duermes.

(Del libro “La luz sobre el almendro”)


UNA CASA SIN SOMBRA

 Segura sobre la solida roca la fea casa se asienta:
Ven a ver mi palacio luminoso construido sobre la arena. 
Edna St.Vincent Millay


Una casa sin sombra ni cimientos
sin ventanas azules que la nombren.
El futuro no es lo por venir
sino un viento que nunca
nos desvela su limbo.

Es terco sin embargo,
nunca se cansa de esperar sus nadas.

Nada tengo que ver con su mañana de pájaros vacíos.
Hoy devoro mi fruta más madura
como si fuera el último azúcar
que llegará a mis labios.

(Del libro “La luz sobre el almendro”)


TRASPIES

Desde ayer una idea
defiende su desnudo
sin luz que la encarcele.

Te incumbe y se me escapa, en cada nueva
caída, hacia el olvido.

No coordino la mano y mi deseo.
No sé
atarme los zapatos
y eso me impide acercarme a ti.

Cuando quiero y no puedo
me piso las palabras.

(Del libro “La luz sobre el almendro”)


POEMAS INÉDITOS


HUEVOS DE MARIPOSA

En febrero he encontrado huevos de mariposa

-todavía la nieve helada guarda en blanco
los sueños del silencio-

Vendrá su larva y dejará un signo
de su canción primera
pero hasta entonces
y desde el frío
entono un son inédito.

Urge en la espera celebrar la vida,
más aún con los pies sobre el hielo.


PIEDRA Y NUBE, A UN LADO DEL CAMINO

La piedra que me sirve hoy de asiento
-a un lado del camino en mi descanso-
estuvo ayer aquí y no es la misma.
Es posible que el sol de la mañana
le haya quemado restos de otras muertes
y que el aire susurre otra obertura
en ese oído que se finge eterno.

 Entretanto esa nube que contemplo
-espejo en su fluir de un ser cambiante-
dibuja para mí cual es mi esencia
sin límite.


HIMNO DE UN MIÉRCOLES

Que un gorrión se alimente de las migas,
derramadas con prisa, de ese bollo
que has comido a la puerta de Correos.

Que descubras intactos los papeles
que creías perdidos. De un naufragio
en el ayer sin luz de la oficina.

Que el árbol que saluda en la ventana
cuente con nuevas yemas en el día
en que deja una flor, gana una hoja.

Casi todo es posible. Necesaria
la belleza.


A MÍ MANERA

Hay un hoyo horadado por mi mano
bajo un árbol del patio en el colegio.
Mientras levanto tierra voy cantando
el destino que en soledad me invento.

Por ser mío es un hoyo
que guarda mis secretos
y esconde el más humilde
y hermoso de los sueños.

Si lo ciegan las hojas del otoño,
si lo tapan los barros del invierno,
todas las primaveras cavan, tocan
de nuevo mi canción en el recreo.

En el patio hay hoyos más grandes y mejores
pero están bajo sombras de árboles ajenos.





JESÚS APARICIO GONZÁLEZ, poeta español nacido en Brihuega (Guadalajara-España) el 29 de Julio de 1961. Tiene 9 libros de poemas publicados: Poemas como pasos (1.982),  Sendas del Corazón (Premio VIII Certamen Nacional de Poesía "Acción Getafense" (1.988),  Como trago de agua fresca (1.991),  Las caras del espejo (1.996), La casa del siervo (1.999),  Con distinta agua  Premio de Poesía “Villa de Aranda” 2002, El sueño del león  (Diputación de Guadalajara  2005), Las cuartillas de un naúfrago (2008), y el volumen doble La papelera de Pessoa/ La luz sobre el almendro (2012). Mantiene un blog donde publica sus poemas más recientes titulado “Las cuartillas de un náufrago”   http://jesusapariciogonzalez.blogspot.com.es/